El acolchado orgánico, obtenido a partir de la trituración, compostaje y tamizado de restos de jardinería, se destaca como una práctica sostenible y beneficiosa para el cuidado de jardines y cultivos. Este material, con una granulometría especial, no solo actúa como un eficaz mulching sino que también aporta valiosos beneficios al suelo y a las plantas. A continuación, se detallan las características y ventajas del acolchado orgánico:

La granulometría finamente ajustada del acolchado orgánico permite que cumpla dos funciones esenciales: actuar como enmienda orgánica al incorporarse al suelo y proporcionar mulching en la superficie.

Gracias a su microbiota, el acolchado actúa como un valioso bio-fertilizante. Promueve el crecimiento vegetal y ayuda a suprimir patógenos del suelo, contribuyendo al desarrollo saludable de las plantas.

La capa inferior de granulometría fina se incorpora rápidamente al suelo, iniciando el proceso de humidificación de la materia orgánica. Esto mejora la retención de humedad en el suelo, favoreciendo un entorno propicio para el crecimiento de las plantas.

Al aplicar una capa de acolchado orgánico sobre el suelo, se logra una separación en dos capas. La capa inferior se integra al suelo, mientras que la capa superior, con granulometría mayor, crea un atractivo aspecto de soto bosque en la superficie.

El acolchado se obtiene a partir de restos de jardinería, promoviendo la reutilización y reciclaje de materiales, lo que contribuye a prácticas más sostenibles en jardinería.

Se debe tener en cuenta la presencia de impropios y asegurar que el acolchado orgánico utilizado esté libre de elementos no deseados.

El acolchado orgánico se presenta como una solución integral que no solo mejora la apariencia estética de los espacios verdes sino que también nutre el suelo y promueve la salud de las plantas de manera natural y sostenible.